Proliferan las escuelitas de fútbol en los barrios. Son una posibilidad de juego, integración y formación en valores. Recientemente, tuvieron un encuentro de festejo en el Barrio Matadero.
Todos sabemos la importancia que se le da al fútbol en nuestro país. El deporte aúna en una misma pasión a todas las generaciones, a distintos grupos sociales y no distingue entre géneros.
Pero además de ser un motivo de efervescencia entre los fanáticos, el fútbol se ha convertido también en una poderosa herramienta de inclusión social. Así lo entendieron en muchos barrios, en los que las escuelitas de fútbol empezaron a convertirse en centros de actividad para los más chicos. A través del deporte, se consigue alejar a niños y niñas de las calles, y además, inculcar valores: el compañerismo, la importancia del trabajo en equipo, la competencia sana y nunca violenta.
Con motivo del aniversario de la escuelita de fútbol del Barrio Centenario, emprendimientos de distintas zonas de la ciudad se juntaron a pasar una tarde de alegría en el Barrio Matadero, a jugar algunos partidos y celebrar la amistad incluso entre contrincantes.
Toritos y Toritas de fiesta
Hace 12 años, el equipo de fútbol Los Toritos del Centenario comenzó a funcionar en la categoría 99 para un torneo que organizaba Open Sports. Hoy, los niños de aquel momento ya son jóvenes de 18 años, y el equipo no para de crecer. Tienen categorías desde los 4 y 5 años, y hace dos años incorporaron también a las chicas: Las Toritas.
La semana pasada la escuelita cumplió años y decidieron festejarlo a lo grande, invitando a emprendimientos similares de otros barrios. A los partidos se les sumó la merienda y otras actividades recreativas. Silvia, quien está a la cabeza del fútbol femenino, explicó que la celebración fue posible gracias a la ayuda comunitaria. “Esto se hizo con los padres, con la gente de acá, de la iglesia, con donaciones. La escuela está creciendo y estamos recibiendo ayuda”.
Gustavo y Marcos, dos hermanos que trabajan juntos en este proyecto, aseguraron que todo se hace “a pulmón”, y que aunque a veces cuesta, no se dejan desanimar, porque saben lo importante que es el espacio para los chicos.
“De 16 a 18 entrenamos las chicas y de 18 a 20 con los varones. Ahora particularmente nos está haciendo falta arreglar un poco más la cancha y sobre todo poder arreglar las luces, para poder darle más horas a la actividad” explicó Marcos.
Apasionadas por el fútbol
Cada vez son más las escuelas de fútbol para mujeres. Dentro de estas, se encuentra “Apasionadas por el Fútbol”, el grupo que llevan adelante Mariano y Valeria en Belisario Roldán. Ellos son un matrimonio, tienen cuatro hijos, y en un momento vieron la necesidad de comenzar una actividad que resultara interesante a las chicas del barrio. Ya había fútbol masculino, pero muchas niñas y jóvenes tenían la necesidad de encontrar un espacio propio y que les resultara igual de apasionante.
Por eso, Mariano y Valeria decidieron crear un espacio de fútbol femenino, que hoy cuenta con 40 chicas de todas las edades. Valeria contó que el equipo está creciendo mucho más rápido de lo que esperaban, y que a veces les faltan pelotas o equipos deportivos, pero que es una alegría sentirse tan unidos como una gran familia. “Las chicas están entusiasmadas y por suerte nos siguen, así que estamos en camino”.
El Barcelona marplatense
El otro grupo que participó en los festejos del Centenario fue el de Barcelona. Ellos son de la zona del Estadio Mundialista, entre Villa Evita y Santa Rita, y tiene al equipo funcionando desde el 2011.
Luis Mercado, quien encabeza el proyecto, contó con tristeza que actualmente les resulta casi imposible entrena. Esto se debe a que las canchas de la zona, por estar cerca del patio de deportes, siempre están ocupadas por equipos más grandes; así que casi no tienen momentos para utilizarlas.
“Hay un campo que estamos tratando de arreglar un poco, pero lamentablemente todas las canchas están ocupadas todos los días y no podemos entrenar”, explicó.
Además, remarcó que él se hace cargo personalmente de todas las necesidades de los chicos, sin recibir ayuda externa. “Las camisetas y el equipo deportivo se los compré yo, con mi pensión. En mi familia saben que a veces tenemos que hacer un poco de esfuerzo, pero que es importante para los chicos. Algunas mamás también colaboran, pero lo hacemos principalmente nosotros”.
Para colaborar con cualquiera de estos proyectos, ya sea con pelotas, ropa deportiva, o simplemente estando a disposición cuando haga falta, puede comunicarse con la Producción de Un Sueño y obtener información de contacto.